Puntualidad
Algunas culturas tienen sobreentendido que los plazos reales son diferentes de plazos indicados. Por ejemplo, en una cultura particular puede ser entendido que la gente llegará una hora de más tarde de lo anunciado. En este caso, puesto que cada uno entiende que una reunión a las 9 am comenzará realmente alrededor de las 10 am, nadie se incomodará cuando todo el mundo aparezca a las 10 am.
En las culturas que valoran puntualidad, retrasarse es lo mismo que demostrar desprecio por el tiempo de otra persona y se puede considerar un insulto. En tales casos, la puntualidad se puede hacer cumplir por penas sociales, por ejemplo excluyendo enteramente a los que llegan más tarde de las reuniones.El valor de la puntualidad es la disciplina de estar a tiempo para cumplir nuestras obligaciones: una cita del trabajo, una reunión de amigos, un compromiso de la oficina, un trabajo pendiente por entregar.
El valor de la puntualidad es necesario para dotar a nuestra personalidad de carácter, orden y eficacia, pues al vivir este valor en plenitud estamos en condiciones de realizar más actividades, desempeñar mejor nuestro trabajo, ser merecedores de confianza. La falta de puntualidad habla por sí misma, de ahí se deduce con facilidad la escasa o nula organización de nuestro tiempo, de planeación en nuestras actividades.
Valor de la puntualidad y teoría de las colas
En muchas situaciones el requisito para la puntualidad es asimétrico. Por ejemplo, en la clínica de un doctor o el aeropuerto, se espera que se llegue a la hora para la cita o la pierdan. Sin embargo, pueden estar esperando los pacientes un rato antes de que puedan ver al doctor o subir al avión sin especificar la causa. Esto puede entenderse como una demostración del valor relativo del tiempo del cliente y el proveedor, cuyo exacto valor se puede determinar por una combinación de la teoría de colas y de la teoría de los juegos.Si el valor relativo fuera diferente, sería fácil reducir tiempos de espera proporcionando doctores o aviones adicionales, y sub-utilizándolos, incrementando el costo del precio del recorrido o del tratamiento médico proporcionalmente. Esto se puede ver en el comportamiento del rico, que puede permitirse tener aviones privados y emplear doctores que los visiten, más que viceversa y en el caso extremo del multimillonario, que tiene sus propios médicos personales, aviones y equipos de vuelo privados dedicados que esperen exclusivamente sus necesidades.
Puntualidad en medios de transporte
Mayor importancia reviste la puntualidad en los medios masivos de transporte, tanto para viajes de negocios como para desplazamientos de placer. Una llegada con retraso puede provocar la anulación de una cita o la pérdida de un enlace con otro avión o tren con las consecuencias negativas que esto puede acarrear. En oposición a otros más informales, algunos medios de transporte están basando su prestigio en ofrecer puntualidad en sus horarios de salida y de llegadas. Tal es el caso del tren de alta velocidad en contraposición al avión o el autobús. De hecho, algunas compañías como la española Renfe estipulan voluntariamente devoluciones parciales o totales del importe del billete en función del retraso incurrido. En el AVE Madrid-Sevilla, se puede leer en su página web: si se produjese un retraso superior a 5 minutos sobre la hora fijada de llegada se le devolverá el importe facial de su billete, siempre que el retraso sea imputable a Renfe Ave.Recientemente, las principales compañías aéreas se están esforzando también en ofrecer una imagen de puntualidad en sus vuelos para lo que publican sus índices de despegues en hora y ofrecen garantías de puntualidad similares a las del tren.2 Las asociaciones de consumidores, agencias de viaje y otros organismos también conceden especial importancia a los ratios de puntualidad haciendo públicos ranking y dossieres con regularidad
7 CONSEJOS PARA LLEGAR TEMPRANO A LA OFICINA
1. Es muy importante programar una alarma que sea confiable y efectiva,
y cuyo sonido sea lo suficientemente fuerte como para despertarte.
Esfuérzate en levantarte de la cama apenas suene, sin utilizar el viejo
truco de los ‘cinco minutos más’. Podría jugarte una mala pasada.
2. Establecer los horarios de sueño de tu rutina cotidiana, al menos, para los días laborables de la semana, es el siguiente paso a seguir. Si te vas a dormir a una hora prudente, que comprenda un aproximado de ocho horas de sueño, te será mucho más fácil despertarte a tiempo.
3. Tomar una ducha matutina puede ayudar a que te refresques y despabiles de las horas de sueño. Al estar más despierto, realizarás todas tus actividades de manera más rápida y consciente, por lo que podrás ahorrar unos cuantos minutos cada mañana, antes de salir a trabajar.
4. Seleccionar la noche anterior la ropa que vestirás durante el día siguiente, te ayudará a ahorrar muchísimo tiempo a la hora de vestirte. Así, no tendrás los eternos dilemas de saber qué combina bien cuando todavía estás un poco dormido, o qué ropa limpia tienes disponible en el armario.
5. Del mismo modo, en caso de llevar una lonchera con tu refrigerio, o un bolso con tus pertenencias, vale la pena dejar todo listo desde la noche anterior. Así, al despertarte, solo tendrás que vestirte y recoger tus cosas, sin la necesidad de preparar algo o correr el riesgo de olvidarlo.
6. Salir de casa con una mayor anticipación, tanto para evitar el tráfico de hora punta, como para prever cualquier clase de inconveniente, es una buena idea. Así, viajarás más tranquilo a tu centro laboral, sin tener que preocuparte por llegar a tiempo. Es mejor llegar más temprano, que llegar tarde.
7. Debes tomar en cuenta cuál es la mejor ruta para llegar a tu oficina, así como el medio de transporte que será más adecuado para hacerlo en un menor tiempo. En caso de utilizar el transporte público, prevé que necesitarás dinero en sencillo, y si vas a manejar tu auto particular, deberás abastecerte de gasolina.
2. Establecer los horarios de sueño de tu rutina cotidiana, al menos, para los días laborables de la semana, es el siguiente paso a seguir. Si te vas a dormir a una hora prudente, que comprenda un aproximado de ocho horas de sueño, te será mucho más fácil despertarte a tiempo.
3. Tomar una ducha matutina puede ayudar a que te refresques y despabiles de las horas de sueño. Al estar más despierto, realizarás todas tus actividades de manera más rápida y consciente, por lo que podrás ahorrar unos cuantos minutos cada mañana, antes de salir a trabajar.
4. Seleccionar la noche anterior la ropa que vestirás durante el día siguiente, te ayudará a ahorrar muchísimo tiempo a la hora de vestirte. Así, no tendrás los eternos dilemas de saber qué combina bien cuando todavía estás un poco dormido, o qué ropa limpia tienes disponible en el armario.
5. Del mismo modo, en caso de llevar una lonchera con tu refrigerio, o un bolso con tus pertenencias, vale la pena dejar todo listo desde la noche anterior. Así, al despertarte, solo tendrás que vestirte y recoger tus cosas, sin la necesidad de preparar algo o correr el riesgo de olvidarlo.
6. Salir de casa con una mayor anticipación, tanto para evitar el tráfico de hora punta, como para prever cualquier clase de inconveniente, es una buena idea. Así, viajarás más tranquilo a tu centro laboral, sin tener que preocuparte por llegar a tiempo. Es mejor llegar más temprano, que llegar tarde.
7. Debes tomar en cuenta cuál es la mejor ruta para llegar a tu oficina, así como el medio de transporte que será más adecuado para hacerlo en un menor tiempo. En caso de utilizar el transporte público, prevé que necesitarás dinero en sencillo, y si vas a manejar tu auto particular, deberás abastecerte de gasolina.
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